Penúltimo obstáculo en Copa: Colombia vs Uruguay, un favorito se irá


El primer obstáculo a derribar es el miedo al favoritismo: un equipo que cabalga la primera fase y golea en la segunda, merece de sobra ese rótulo. 

El segundo es la ineludible obligación de ganarles a todos cuando el objetivo es convertirse campeón. Ese es el reto de la Selección Colombia este miércoles en Charlotte, Estados Unidos, contra Uruguay, por la semifinal de la Copa América 2024.

Será el duelo entre un ataque letal, el colombiano, y una defensa impenetrable, la uruguaya. El equipo de Lorenzo ha igualado en esta edición de la Copa su mayor producción goleadora, con 11 tantos en 4 compromisos, casi 3 tantos por partido, un margen muy impulsado por el 5-0 a Panamá en los cuartos de final y definitivamente muy oportuno para soñar con la final.

Un James Rodríguez pletórico, que igualó el récord de Lionel Messi de 5 asistencias en una sola edición de la Copa, vigente desde 2011, y un equipo compenetrado, que ha igualado el récord de 27 partidos invicto de Maturana y que ha demostrado que es capaz de salir de los problemas con carácter y talento, son la base del sueño de todos: el segundo título continental de la historia.

Novedades de última hora

Colombia llega con la tranquilidad de haber recuperado a los dos jugadores que no estuvieron disponibles contra Panamá: Jefferson Lerma pagó sanción por acumulación de tarjetas amarillas y Jhon Lucumí superó su lesión. 

n cambio Uruguay tiene dos bajas clave: Nahitan Nández se perderá el partido por la tarjeta roja que vio contra Brasil (una terrible falta a Rodrygo) y Ronald Araujo salió lesionado en ese accidentando partido y se perderá el resto del torneo. José Giménez por Araujo y Guillermo Varela por Nández serían las novedades.

La última vez que ambos equipos llegaron a la final, Colombia en 2001 y Uruguay en 2011, ambos equipos ganaron el título. 

Será un choque de pronóstico MUY reservado, el peor oponente posible en el camino a la final de Miami y la cita final con Argentina. Pero era inevitable. Es el rival que toca y no el que se desea y ya no hay excusa: ganar es la diferencia entre un gran equipo sin palmarés y uno que quede para la historia. Colombia no se puede volver a fallar.

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